Mira.Mar es un proyecto personal de salud que está construido con la finalidad de mejorar la salud física, mental y emocional, así como el bienestar de las personas LGBTTT que se identifiquen como consumidores, regulares o esporádicos, de sustancias psicoactivas y que mantengan una vida sexual activa.
Originalmente este trabajo estaba orientado solo a abordar el consumo psicoactivo y las relaciones sexuales, sin embargo existen otros temas que se relacionan e interconectan, que dieron como resultado una investigación, recopilación, procesamiento y presentación de la información tan extensa y completa, que no descartó la idea de trascenderlo a una organización sin fines de lucro, haciendo partícipes a mucho más gente y siempre enfocados en ser una provisión importante de información y ayuda a nuestra comunidad.
Mientras tanto, espero les sea de mucha utilidad este espacio de información... es un manual de regalo para las nuevas generaciones y un documento de autoevaluación para mi generación o las que me quedan arriba. Lo importante es que sepan que este es un intento con mucho trabajo y esfuerzo por detrás por tener ese sitio al cual recurrir para informarse, reforzar conocimiento o simplemente usar como fuente de referencia.
Por otro lado, quiero dejar claro lo siguiente:
La creación de este documento deriva de mi frustración a la escocés de información en torno al consumo psicoactivo con fines recreativos, desde una perspectiva totalmente diferente a la siempre encontrada, estigmatizada e hipo-laxa en el status quo actual; una frustración que me llevo a un brainstorming exhaustivo de 7 meses y siempre tomando como muestra estadística la población de jóvenes residentes en la CDMX, con una franja de edad que va desde los 18 años hasta los 35 años y que gustan de llevar a cabo actividades recreativas y de socialización muy definidas y delimitadas por el uso de sustancias psicoactivas y prácticas sexuales de bajo y alto riesgo.
El resultado del análisis es vasto, complejo y refleja una realidad actual, sin embargo, no era mi objetivo ni mi intención elaborar un documento con dichos resultados ni hacer públicas mis conclusiones al respecto pues eso es algo que mucha otra gente, organizaciones y asociaciones, dependencias de gobierno y muchos más actores mediáticos han hecho y ciertamente con datos más precisos, reales y siguiendo metodologías adecuadas de investigación.
La sorpresa que me arrojó esta actividad y que se hizo presente en el 80% de las fuentes que yo mismo consulte es una muletilla recurrente y carente de una línea general de acción que permita, ya no digamos “tratar” a la gente que se ha perdido en su consumo de drogas, sino ofrecer un valor agregado a la educación que se imparte en las aulas de escuelas primarias y secundarias.
Esa muletilla que se nos obliga a interiorizar a través de todas aquellas publicaciones en los libros de texto gratuito y que ensalsada con información sesgada y convenientemente truncada, radicaliza las causas de consumo siempre a los mismos motivos: Violencia de cualquier tipo, pobreza, y prostitución.
Pero... ¿Y donde quedamos los que no consumimos por ninguna de esas causas? ¿No existimos?
Luego entonces, al no cumplir con dicho perfil ¿no soy candidato a sus cuasi-programas de rehabilitación en caso de que mi consumo se descontrolara?. ¿Habrá más gente que le resulta igual de perturbador que a mi el hecho de saber que estos programas de rehabilitación están diseñados para romper los ganchos y traumas que se han generado por un pasado de situaciones que derivaron en fracturas psicoemocionales (que claramente no tuve ni experimente) por medio de técnicas de intervención psicológica que busquen vulnerarme y desfragmentar mi psique para hacerla entrar en una catarsis tal que lleve mi autoestima hasta el piso... para así resetearme y asegurarme que una vez hecho mierda puedo aspirar a encontrar el camino correcto para mi salvación?
Jeje... no , gracias.
Estamos a casi mediados de 2021 y estoy plenamente convencido que no es necesario seguir con metodologías poco ortodoxas y que reflejan la poca efectividad en sus resultados.
Yo soy más empatice y practicante del aprendizaje necesario en las sociedades del conocimiento.
No es nada imposible de pensar que la construcción del conocimiento y la modularidad de la mente son pieza fundamental y clave para una continuidad evolutiva a través de distintos tipos de aprendizajes, memorias e inteligencias.
Podemos contribuir y ayudar más haciendo una correcta transmisión de la información y orientando desde un inicio a jóvenes y adultos.
En estos lares del consumo psicoactivo nadie te enseña cómo hacer nada, pero tampoco hay quien te aconseje u observe en el caso de no estarlo haciendo de la manera más conveniente... pero esos tiempos se acabaron.
¡Este es mi granito de contribución, que les bien aproveche!
BOTON ACTIVO EL 1 DE JUNIO